El 10 de mayo es una fecha muy especial en México, ya que se celebra el Día de las Madres. Esta celebración tiene su origen en tradiciones y costumbres que se remontan a la época prehispánica en el territorio mexicano.
Antes de la llegada de los españoles, existían en Mesoamérica diversas culturas indígenas que rendían culto a la figura materna y a la fertilidad. Por ejemplo, entre los mexicas (aztecas), se honraba a la diosa Tonantzin, quien representaba a la madre tierra y era considerada protectora de la humanidad. Esta deidad tenía una gran importancia en la sociedad y se le realizaban rituales y ofrendas.
Con la llegada del cristianismo a México durante la colonización española, las tradiciones prehispánicas se mezclaron con las festividades religiosas. La celebración del Día de las Madres se vinculó con la festividad católica del Día de la Virgen María, que se llevaba a cabo el 8 de diciembre. Sin embargo, con el tiempo, la fecha se trasladó al 10 de mayo.
La celebración del Día de las Madres se popularizó en México a partir del siglo XX. En 1922, el periodista Rafael Alducin propuso establecer un día dedicado a las madres, inspirado por el Día de las Madres que se celebraba en Estados Unidos. Sin embargo, la idea no fue ampliamente aceptada hasta algunos años después.
En 1940, el entonces presidente mexicano Manuel Ávila Camacho oficializó el Día de las Madres como una festividad nacional. Desde entonces, el 10 de mayo se ha convertido en una fecha para honrar y agradecer a las madres por su amor, dedicación y sacrificio.
Hoy en día, el Día de las Madres en México se celebra con regalos, flores, tarjetas y muestras de cariño hacia las madres y figuras maternas. Es una ocasión para reunirse en familia y expresar gratitud y amor hacia las mujeres que nos dieron la vida y nos han cuidado a lo largo de ella.